La luz de Caravaggio, según Pasolini.
Cine: Pier Paolo escribiendo sobre Michelangelo, Michelangelo anticipando a Pier Paolo; dos malditos citándose. Y nosotras hablando de ellos dos en nuestro curso de los martes.
En 1974, Pier Paolo Pasolini -siempre presente en estos cursos de arte-, escribió un ensayo titulado La Luz de Caravaggio. Nos interesa porque a pesar de la distancia temporal entre ambos, los vemos como hermanitos, con tanto entrecruzado. Passolini va a partir de lo que plantea su maestro, Roberto Longhi, historiador de arte que lo formará y a quien le va a dedicar Mamma Roma, por lo que le aportó con su “rayo figurativo”.
En este breve artículo, PPP habla de tres detalles en la estética de Caravaggio que reivindicar. Por un lado, que el trabajo de Caravaggio fue “profílmico”, en el sentido de inventar toda una objetualidad nueva de personas y cosas, “… inventó todo un mundo para poner delante del caballete en su estudio: nuevos tipos de personas, en sentido social y caracteriológico, nuevos tipos de objetos, nuevos tipos de paisajes”.
En segundo lugar destaca el haber inventado toda una luz nueva con la que trabajar, sustituyendo “la iluminación universal del Renacimiento platónico por una luz cotidiana y dramática”. Y esto, porque, cito: “inventó tanto los nuevos tipos de personas y de cosas como el nuevo tipo de luz fue porque los había visto en la realidad”.
Y en tercer lugar, refiere el haber creado un diafragma. Aquí, cito textual: “Un diafragma (también luminoso, pero de una luminosidad artificial que sólo pertenece a la pintura y no a la realidad) que lo separa tanto a él, el autor, como a nosotros, los espectadores, de sus personajes, de sus naturalezas muertas, de sus paisajes”.
Estas ideas también pueden caracterizar la poética cinematógrafica de nuestro Pier Paolo en sus primeras pelis (Accatone, Mamma Roma): creación de un universo de sujetos, objetos y situaciones, luz natural y particular, diafragma/apertura de su propio lente, para ver la realidad.
Lo demás termina de hacerlos separados al nacer: haber sido dos cuiridades LGBT, niños rebeldes, caprichosos y creativos, consecuentes y convencidos, perdidos en un mundo de heteronormales; haber sido condenados al exilio, con una relación compleja con Roma (la Roma Barroca, el pintor; la Roma del neorrealismo, el poeta y cineasta), siendo condenados por homosexuales y pendencieros; haber estado horriblemente ligados al asesinato (uno cometiéndolo, otro sufriéndolo); elegir el realismo como modo expresivo y como posicionamiento estético y haber transformado profundamente el estatus de una imagen en sus épocas, y de cara al futuro, siendo mediadores inmediatos de otras maneras de representar y mirar…
Pasolini explícitamente lo reconoce en su linaje. Michelangelo lo habilita en su anticipación. Nosotres los recuperamos en nuestros cursos. En Heroicas primero, en Místicas ahora.
Esta nota forma parte del material de trabajo del grupo de estudio de los martes: Arte, Belleza, Felicidad y Nuestras Vidas, de Historia del arte moderno y contemporáneo. Se puede contactar al mail tallereskekena@gmail.com
El texto completo de Pasolini, que es un ensayo muy corto, puede leerse aquí, y está publicado en “Pasolini. Saggi sulla letteratura e sull’arte”, tomo II, Milán, Meridiani Mondadori, 1999.