Berlín/San José 1111, fugitividades y presentes.
Viajar viajar: caminando museos, la 13 Bienal y entrenando foxing.
Perderse en Berlín, una ciudad gigante, no solo por sus 890 km2, sino por sus innumerables pliegues históricos. Entre el Memorial del Holocausto, los restos del muro, la torre de Alexander Platz, la avenida Karl Marx, la isla de los Museos, los bares, las tiendas sofisticadas, la gentrificación del este y la resistencia del arte en fuga en esta 13 Bienal, todo es mucho y nos gusta. Mientras, esta servidora escucha a Cristina hablar desde San José 1111 en sus galaxy buds. Caminar por Berlín escuchando a Cristina hablar de los monigotes y ver la sombra del fascismo acechando por Europa, es darse cuenta, y tanto.
Ya pasó esto, este nomadismo en conexión. En mayo de 2019, estaba en el museo de arte contemporáneo de Zagreb (el alucinante Muzej Suvremene Umjetnosti), recorriendo instalaciones cuando, era sábado a la mañana, escuché el anuncio de Cristina acerca de cómo se iba a construir la nueva fórmula para las elecciones que terminarían con Macri. Esto de terminarían nunca más literal: es este impresentable compra títulos universitarios, autosecuestros y jueces el que hoy ha jugado la baza de meterla presa.
Aquí, la 13 Bienal de Berlín versa sobre el concepto de fugitivity, tal cual anunciamos en esta nota anterior. Aquí la curaduría hermosa deZasha Colah y Valentina Mariani hablan de foxing, una práctica donde “el animal se convierte en verbo para englobar su astucia y su característica fugitividad, para asumir diferentes tipos de transmisibilidad, especialmente aquellas que interactúan con el cuerpo y la oralidad” dicen ellas.
A su vez, yo pienso en este gesto inmenso de Cristina de ponerle el pecho, una vez más. Esta vez bailando, fiel al lema feminista, no es extraño. También leo sobre la visita de Miriam Bregman a la casa cárcel de CFK, que me remite a otras fugitividades, y vuelvo al feminismo, nos salvan las mujeres, o los cuerpos feminizados, una vez más. Sueño esa fórmula: Cristina/Miriam. Feminismo presidenta, aunque no se podrían sostener ni un segunda juntas, por eso mismo, fugitividad al palo de ambas. Pero siempre, las minas.
Ilustra este posteo, una foto con la obra alucinante de la compa artista cordobesa Kiki Roca, que les recomiendo seguir, en el KW Instiute for Contemporary Art de Berlín. Así, aquí, cuando no hay pecho que aguante no queda otra que salir, quizás, dejando el corpiño en la Bienal.
Nosotras, entonces, entrenando foxing y boxing a los caretas, fugitivas en Berlín, preparándonos y cantando: vamos a volver.
PD: Cristina, te amo.
Continuará.